Quizá cuando eras pequeña y acompañabas a tus papás a la boda de algún conocido pudiste ver a los novios dedicar un buen rato de su recepción a recorrer las mesas de sus invitados.
Así era.
Mientras la música sonaba, y tal vez con las mejores piezas de la noche, ellos recorrían mesa por mesa para hacer un brindis, tomarse fotos con ellos o simplemente saludar.
Para los invitados, era un buen momento para felicitarlos de nuevo y platicar un poco con ellos.
La realidad, antes y actualmente, es que es muy importante que los invitados reciban un poco de atención de parte de los festejados y también es un buen momento para que los novios les agradezcan su participación en una ocasión tan significativa en sus vidas.
Además, ese famoso recorrido, sirve para que sean los novios quienes presenten entre sí a los compañeros de mesa, en el caso de que haya personas que no se conozcan.
Sin embargo, si tu boda será muy grande, en la que, obviamente, existan muchas mesas e invitados, debes tomar en cuenta no quedarse demasiado tiempo en cada una de ellas porque podrían perderse su propia boda.
Si en el salón hay 15 mesas en total y dedican tres minutos a cada una, invertirán 45 minutos en total.
Recuerden que en algunas mesas habrá invitados más efusivos que prácticamente no los dejarán irse para continuar el recorrido o la fiesta, en ese caso, apóyense con su proveedor de fotografía y/o video, para que sean ellos quienes les avisen cuándo pasar a la siguiente mesa y no ser descortés.
Anticuada o no, esta es una costumbre que aún prevalece. La decisión es de ustedes de llevarla a cabo o no. ¡Es su boda!
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